Durante las últimas semanas se ha hecho pública a escala regional, e incluso nacional, la magnitud de los daños en los montes de la Sierra debidos a la última nevada. Hoy se ha vuelto a hacer una inspección visual del estado de la Dehesa de Arriba (MUP. 109), en esta ocasión con un técnico de la Junta de Castilla-La Mancha, con su correspondiente tasación.
En Alustante se ha superado el millar de pinos caídos, muchos especialmente gruesos. En la caída estuvieron algunos a punto de caer sobre la casa del campamento del Endrino del Medio, y uno de ellos partió una de las mesas de piedra del Endrino de Arriba.
Aunque oficialmente seguirá apareciendo en los mapas, el río que nace en Orihuela, al menos en superficie, ha dejado de alimentar el curso del río Gallo. Es un fenómeno geológico que, casualmente, nos ha tocado conocer en nuestro tiempo. ¿Es algo temporal o definitivo?
Desde hace unos años han ido apareciendo profundas simas en el curso histórico del río, hasta que hará cosa de unos seis o siete años, justo donde se juntan el Gallo y el Royo de Alustante, se han abierto unos profundos pozos que se tragan el curso de ambas corrientes de agua.
Mapa de Aragón. Juan Bautista Lavaña (1777)
Esto se ha podido comprobar en estos días, posiblemente en una de las riadas más copiosas de los últimos años; en ningún momento ha pasado el agua más allá de las simas y, por lo tanto ya no baja a Molina, algo que se ha notado a su paso por la capital del Señorío.
El juego de palabras que sirve de título a esta noticia se debe a que el río Gallo se llamó en el pasado río de Molina, y en el siglo XVII se reconocía que el nombre de río Gallo era relativamente reciente. De hecho hasta el siglo XVIII figuró en los mapas con su nombre original.
Lo que no está claro es si el curso alto se llamó río de Molina o se conoció anteriormente ya como Gallo. De hecho el emblema concejil de Orihuela era el gallo ya en 1699, posiblemente desde hacía tiempo.
Así se llama el río de Alustante, Merdero. Desde finales de la Edad Media se encuentra documentado este nombre; acaso -es opinión popular- se llama así porque era el curso de agua donde se les quitaba la mugre a las ropas y mantas.
Pues bien, en estos días se puede verlo bajar de nuevo, un hecho cada vez más infrecuente en las últimas décadas. Los sucesivos temporales de nieve y lluvia que están llegando, han favorecido que las fuentes del pueblo estén comenzando a manar y, consecuentemente, cauces que hacía tiempo estaban secos, han dejado de estarlo.
Después de más de veinte años sin subastar madera en los montes de Alustante, este año va a ser posible hacer una corta. Se ha establecido un número de unos 1.000 pinos que, casi más que por razones económicas, se ha visto como una medida de salud para el monte.
Así, durante la semana pasada se estuvieron marcando los pinos a cortar en el área de la subida del Endrino; muchos de ellos, como se puede observar, han sido seleccionados por hallarse próximos unos de otros, aunque también se encuentran ya ejemplares maderables de muy buen porte.
Ello permitirá, aparte de recaudar dinero para las arcas públicas, hacer una labor de limpieza y renovación del monte, como se ha llevado a cabo generación tras generación en nuestro pueblo.
El pasado sábado se celebró en Alustante la XIII edición de las Jornadas Micológicas. Fue un día repleto de actividades en el que se pudieron descubrir las distintas especies de setas que se encuentran en los montes del pueblo.
Una de las actividades más interesantes vino de la mano del prestigioso micólogo valenciano Miguel Torrejón, el cual ofreció una amena y didáctica conferencia basado en los ejemplares recogidos por la mañana.
Como ya viene siendo habitual, se pudieron degustar, gracias a los restaurantes concurrentes, una deliciosa carta de tapas preparadas con setas de la zona. Ese día el frontón del pueblo fue un incesante ir y venir de aficionados a la micogastronomía.
La semana pasada se dio por terminada la obra del fogón del Endrino de Arriba, en el que se han hecho ya todos los remates necesarios para su uso. Este nuevo elemento permitirá cubrir una demanda que se añora en el pueblo: la posibilidad de asar carne en el monte.
No obstante, como ya se ha avisado, no se podrá hacer fuego en el monte, al menos hasta principios del mes de noviembre, dada la enorme sequía que sigue habiendo.
Tras la tala en las Arboledas, se abre un plazo limitado para su aprovechamiento por parte de los vecinos. Se podrá hacer leña hasta que llegue el equipo de limpieza, que no tardará mucho. Por ello se recomienda una cierta rapidez para aquellos que deseen recoger las ramas aprovechables.
El proyecto consiste en dejar lo más limpio posible el paraje para que, en la primavera de 2018, se pueda proceder a una plantación masiva de árboles de ribera. Quizá sea una buena manera de celebrar el Día del Árbol.
Otro tipo de aprovechamiento será el de pinos y ramas secos en la Dehesa de Arriba y el Realengo, que requiere, como viene siendo habitual, un permiso del Ayuntamiento, aunque es gratuito. Con todo, el uso de motosierras en el monte (y cualquier otra herramienta a motor) no se podrá llevar a cabo hasta el 15 de octubre.
Este fin de semana, como ya viene siendo habitual en los últimos años, la peña ciclista de montaña de la Universidad de Valencia ha iniciado su temporada 17-18 en Alustante.
Un numeroso grupo de ciclistas, acompañados de sus respectivas familias, han animado el pueblo, y han realizado dos fabulosas etapas, concienzudamente preparadas por Manolo, por los montes de Alustante y alrededores que han resultado fabulosas.
La gastronomía tampoco ha estado mal y alguno se va con algo más de lo que llegó, pero que nos quiten lo bailao.
Desde este verano se ha estado construyendo un fogón en el Endrino de Arriba, y aún faltan algunos detalles que tienen que ser ejecutados en las próximas semanas.
Se espera que para el periodo de permiso de hacer fuego en los montes, que suele empezar a lo largo del mes de octubre, en función de lo seco o lluvioso del año, se pueda utilizar; eso sí, con responsabilidad y extremo cuidado.
Entre finales de septiembre y principios de octubre se produce uno de los fenómenos más impresionantes que nos regala cada año la naturaleza: la berrea.
Desde el atardecer comienzan a escucharse los bramidos de los ciervos, que se convierten en la una parte del paisaje. Una razón para volver a Alustante y Motos en estos días.