Durante la entrega de premios de la BTT Alustante del pasado 27 de julio, pudimos ver en la entrega de premios a varias vecinas del pueblo y a sus niños vestidos con los atalajes tradicionales del pueblo. También se pudo ver en el frontón, durante la comida un maniquí con lo hecho hasta ahora, especialmente en cuanto a los trajes de mujer.
Esta idea forma parte de una iniciativa por la cual se intenta que no se pierda lo que a veces se llama «traje regional». Cierto que a los estudiosos de este tema no les gusta esta denominación porque no existe un traje concreto para cada región, de hecho, la indumentaria que se investiga, tanto a través de piezas conservadas como de fotografía antigua, se ha conocido tradicionalmente como «atavío serrano».
Efectivamente, en un amplia área que abarcaría las sierras de Molina, parte de Teruel-Albarracín, Cuenca e incluso Medinaceli y Atienza, la forma de vestir era muy parecida, teniendo en cuenta que la moda evoluciona, que posee influencias de áreas limítrofes y que el comercio de prendas de vestir era geográficamente mucho más amplio de lo que se suele creer.
Asimismo, esta moda, que arranca del siglo XVIII, que estuvo vigente en el XIX y que aún alcanzó el XX, era la que, por contraste, distinguía a los habitantes de estas montañas que migraban temporalmente a áreas como Andalucía, la Mancha o las Alcarrias, que eran conocidos genéricamente como serranos. Estos atavíos fueron los últimos que se llevaron antes de la estandarización de la vestimenta, fabricada de forma industrial.
La idea es que, paulatinamente, se vaya recuperando esta indumentaria y que, como ocurre no solo en otras partes de España, sino también en el resto de Europa, se luzca los días de fiesta. De momento la familia Romero Gómez (de los Gusines) es la que está llevando esta iniciativa, pero estaría genial que poco a poco, los viejos baúles fueran arrojando trajes y luz a esta cuestión.
Para ello se intenta preparar una exposición de piezas de vestimenta para este mes de agosto, para lo que se requiere la colaboración de todos aquellos que posean sallas, sombreros, toquillas, fajas, chaquetas, corpiños, pañuelos, así como accesorios como pulseras, collares, detentes, etc.