Con un poco de retraso con respecto a su día, por fin se celebró la fiesta de San Antón el pasado sábado, la cual se desarrolló en torno a su hoguera.
Como los actos religiosos habían tenido lugar el sábado anterior, este año no salió el santo, si bien hasta que se consumió la madera estuvo presente un holograma de San Antón proyectado en la fachada del Ayuntamiento. También se celebró la tradicional chocolatada, y se contó un año más con la presencia de los gaiteros Kalaberas, de Guadalajara.
La cena fue cocinada por la Asociación de Mujeres, y consistió en una caldereta de albóndigas de caza con patatas, huevos fritos y jamón. A ella concurrieron más de 170 personas. Se estrenó también el nuevo sistema de aislamiento del frontón, y se notó en una noche especialmente gélida.
La velada terminó con una discomóvil organizada por la Comisión de Fiestas. Un evento que no ha de perderse, pase lo que pase, pues reúne a los vecinos y amigos del pueblo en el meridiano del invierno.
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