Estos días se está trabajando en la continuación del acondicionamiento del Ejido, concretamente en la parte baja del matadero, donde existen unas antiguas tapias de piedra que podrían ser peligrosas para disfrutar del espacio arbolado.
Estas paredes de piedra son vestigios de la separación que existía entre las labores y los ejidos, zonas comunales de los pueblos, y que el antiguo fuero de Molina señalaba que era obligatorio que se construyesen para evitar la entrada en los sembrados de los animales que pastaban estos ejidos.
Así pues, se trata de consolidar los muros y rejuntar la piedra de estas añejas paredes, a fin de poder disfrutar sin riesgo de este entrañable lugar del pueblo.