Cuando pasan ya algunos días de la finalización de la Semana Santa, es hora de hacer balance de ella. Lo cierto es que a pesar del frío escoscado, no ha sido un mal periodo vacacional del todo, pues una vez más Alustante y Motos se volvieron a llenar de gente. Cierto que se echó de menos a algunas familias habituales, acaso precisamente por el tiempo.
En cuanto a los actos de la Semana, han estado bastante logrados, pues incluso se pudo llegar a la ermita de la Soledad en la procesión del Santo Entierro. El Vía Crucis, sí cambió su tradicional recorrido por uno más corto, alrededor de la Plaza y el Royuelo.
Este año todos los actos han estado presididos,en ayuda de mosén Moisés Tena, por el sacerdote beninés, mosén Lucien Comlanvi, que tiene su puesto habitual en la parroquia de San Francisco Javier de Azuqueca.
Es importante que estas fiestas se mantengan, que colaboren los hijos y amigos del pueblo, que se conciencien de que sin ellas Alustante y Motos perderían una riqueza que, en ocasiones, solo desde fuera parece apreciarse. Por ello, a veces, merece la pena adoptar una mirada externa para valorar las cosas que, por conocidas, nos pueden parecer fútiles.
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