El próximo sábado se celebrará la fiesta de San Antón, una de las que ha cobrado más popularidad en las últimas décadas y que más visitantes recibe.
Como hemos comentado alguna vez, es una festividad cargada de simbolismo pues, aunque en la actualidad ha quedado en ella la imagen simpática del patrón de los animales domésticos, en el pasado se sumaban en este día un conjunto de rituales propiciatorios de la salud.
El grano conservado en los silos domésticos o públicos no siempre se mantenía en buen estado, y a veces provocaba enfermedades como el llamado ‘fuego de San Antón’, el ergotismo, que suponía la necrosis de las extremidades acompañada de una fuerte sensación de calor. Las hogueras eran una forma de prevenir esta afección.
Otro significado del fuego y la luz en estas fechas, en las que comienzan a alargar lentamente los días, era la de ayudar al sol en su recorrido astral hacia el buen tiempo y los luminosos de primavera y verano.