Alcanzamos el ecuador del invierno y queda bien clara la situación de despoblación extrema que está sufriendo el municipio. Los escasos cien vecinos que quedan en él (138 de derecho, tanto da), se pueden considerar verdaderos resistentes demográficos.
Un paseo por el lugar de Alustante permite hacer balance del panorama: casas y casas con las puertas literalmente chapadas; barrios antaño populares y populosos, como el Cerro, la calle Alta o el Arrabal han quedado completamente deshabitados. El caso de Motos no es mejor, con una población estable/flotante que no alcanza la media docena de personas hoy.
Alustante, llegó a alcanzar en las décadas centrales del siglo XX los 1.100 habitantes (1.532, según el INE, en 1887), y a lo largo de su historia documentada jamás había alcanzado una población tan baja como la actual. Motos alcanzó su cénit demográfico en la década de 1930, con 228 habitantes, aunque se mantuvo por encima de los 200 hasta los años 50. Al ritmo actual, se calcula que a fines de la década que viene ambos pueblos habrán quedado completamente despoblados.