Como se informó en su momento, durante la última nevada del mes de abril fueron muy numerosos los pinos que se cayeron en la Dehesa de Arriba, no solo poniendo en peligro las instalaciones y cortando caminos, sino creando un peligro para la salud del propio monte.
El pasado jueves se personó en el Endrino de Arriba un conjunto de personalidades y técnicos de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, con el fin de supervisar el comienzo de los reparos en este monte de utilidad pública. Para ello, durante unas cuantas semanas se comenzarán a talar, retirar y transportar todos los árboles derribados, operación que será llevada a cabo por la empresa soriana Amatex.
Camino de Orea antes de su limpieza
Pensemos que se trata de un monte artificial, que durante centenares de años ha sido objeto de la acción humana, que ha sido renovado cada cierto tiempo. Estos montes, que eran dehesas boyales, eran unos de los pocos bienes que poseían los pueblos, que se proveían de ellos para obtener pastos, leña, madera para construir, caza e incluso pesca (como desvela el privilegio medieval de adehesamiento). Así pues, el bosque ha llevado unos usos, unos ritmos, unas pausas que ya no tiene, y es necesario ayudarle.