Un año más se ha celebrado en Alustante y Motos el día de Todos los Santos, en el que se han visitado los cementerios de los dos pueblos por parte de los hijos y vecinos de ambos lugares.
Así pues, hoy se podían ver los camposantos llenos de flores, colocadas en las tumbas de los seres queridos.
El día ha terminado con el tradicional toque de clamores que antaño duraba toda la noche y que, hoy, de nuevo recuperado, se mantiene como un símbolo que recuerda la relación ancestral entre la vida y la muerte que existe en esta tierra.