A partir de esta semana la oficina en Alustante de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja (Ibercaja) ha dejado de funcionar. Durante sesenta años esta ha tenido su presencia en la localidad como entidad financiera de una gran parte de los vecinos del pueblo. Parece ser que este cierre está motivado por una reestructuración de esta caja, ahora banco.
En los últimos años ya se habían reducido los días de apertura de la oficina a martes y jueves, aunque seguía siendo un servicio considerable; sin embargo, con el cierre se ha creado la incertidumbre entre la población, especialmente entre los más mayores. Pese a que se han enviado quejas por parte de los clientes de la localidad, por el momento estos han recibido la notificación del traslado de su oficina a Molina.
No obstante, el pasado viernes, en una reunión de representantes de Ibercaja con la alcaldesa, se consensuó provisionalmente la prestación de atención a los clientes de la entidad con una frecuencia todavía por confirmar. Para ello se está habilitando un despacho en el mismo Ayuntamiento que, al menos, evitará traslados a la capital de la comarca a los clientes de Ibercaja que aún quedan en el pueblo.